jueves, 15 de diciembre de 2011

Origen de la morfología

Phi - en Gizeh

 
Phi - Keops en Gizeh

Phi - Bonacci y las glaciaciones

Dicen los que saben que una parte grande del éxito de ventas de un libro, es su titulo, por ejemplo:
“Lo que nadie se animó a contar”
Obviamente refutable por algo mas auténtico:
“Lo que nadie quiere tomarse el trabajo de creer” (o entender)
El uno tiene “gancho”, (me lo imagino fácil).
El otro es la verdad y como todas las verdades, primero deberá ser introducida al santa sanctorum del entendimiento, seducido a través de las mentiras, que es lo que la política de la sociedad de consumo hizo hasta ahora
Desde este momento y en mas, la catástrofe de la “verdad” habrá de desplomarse sobre la comodidad incrédula y pasatista, sin filtros, ni anestésicos.
                                   
Solo la objetividad de la medida perdida y la proporción olvidada, permitirán retomar los conceptos pre adánicos, sin mácula de la armonía.
Es obvio que la “medida estricta” conlleva a la representación gráfica , donde en la sociedad de la duda, confronta la medida de Φ (PHI) 1,618 con las primeras obras del Creador: las materializaciones de la naturaleza con sus primeros “espejos”, los pininos de las obras de los hombres.

En aquellos ancestros de los modelos de nuestros primeros congéneres están impregnados las señales de Φ (PHI), al principio del principio , en los hechos de la naturaleza. Luego el hombre los percibe como referencia, los imita y re crea.
Entonces la cadena será interminable e irrefrenable. No asi la negativa aséptica de comprender los hechos con sensu por todos.
Parecería como si la selección de las especies se fuera produciendo invariablemente a pesar de ellos y de nosotros mismos, entre los que entenderíamos el origen a través de la medida, la armonía y la proporción y los que dentro del caos anómalo defienden su abulia perceptiva.
Sea lo que fuese, es la realidad misma.

Esto no involucra una actitud pasatista o contrariamente inquisitiva, es invariablemente el hoy, donde el “Flautista de Hammelin” conduce a las masas y al Planeta a su autodestrucción consensuada.
Lo nuestro es un alegato de salvación alternativa, es decir, si bien la gesta del hombre y de sus cosas pasó invariablemente por la natural selección de las especies, modulemos y moderemos la caída casi vertical de los parámetros de los sustentos del hombre, tejiendo una red de contención y un realineamiento con las referencias de la medida, la proporción y la armonía, tal como se presentaron en nuestro pasado, cuando tuvo que existir un principio de ese común denominador común que fue Φ (PHI).
Solamente hay que saber mirar atrás y retomar los viejos parámetros, para no perder las referencias con el origen.
Para eso habrá que estar sumergido en la humildad de los que cometimos errores y reconocer en los actos de escuchar las viejas campanas que podrían encerrar los tonos de armonía necesarios para reconstruir el futuro, dando continuidad al pasado.


La presente defensa de la proporción y la armonía por sobre el número, su comprobación y consecuencia, no invalida la ciencia autárquica del mismo, si su equivoco carácter mágico o kabalistico. Asi fue comprensible que civilizaciones primarias hubieren hecho una sublimación de la originante proporción y resumieran en el número el objetivo, confundiéndonos con algo que solo sirvió como comprobación de las medidas utilizadas.
No obstante, este hecho abrió las puertas de materializaciones abstractas desprovistas de los orígenes proporcionales de las que están provistas todas las obras del Creador.
Su desconocimiento sistemático alimento la abstracción y destruyo nuestro vinculo lógico con los contenidos morfológicos de la Naturaleza.
Esta brecha conceptual disociativa generó en las civilizaciones y en la medida que se alejaban del origen, un estado de percepción subconsciente con falencias estructurales, donde los olvidos de la inclusión de  la proporción y la armonía en estado de perfecto equilibrio con el número, produjeron, repito, un estado de angustioso vacio perceptivo que va mas alla de su simple lectura, buscando desesperadamente la proporción y la armonía ausentes.

La presente introducción en un per saltum imaginario, pretende salvar los baches del progreso involutivo donde hasta hoy se endiosa al número y al dinero en desmedro del rol del hombre, el único objetivo justificable. A su vez tratar de salvar para el mundo del entendimiento, los pasos futuros que puedan darse a partir de la cuántica o dimensiones paralelas o cualquier avance de las ciencias justificadas, para ser debidamente cuantificados y entendidos, a partir del desbroce del pasado relatado ilusoriamente.


La morfología de las cosas visibles, es la parte material sobre la cual emitimos nuestros juicios sensoriales y de valor.
Forma, distancias, proporción y medida consustancian los límites que percibimos y evaluamos.
No existen apreciaciones que se perciban distintas de las medidas originantes. En el origen, las morfologías básicas eran pocas, sencillas, claras, armónicas y sobre todo con una gran capacidad multiplicativa y combinatoria.
El Creador pujaba los primeros actos creativos desde las escalas básicas de crecimiento, sumergido en las pequeñas proporciones atómicas o moleculares, hasta llegar a la metabólica sinergia de las estructuras cosmológicas.
Todas dentro de un patrón de crecimiento a partir de las primeras morfologías básicas conducidas por las guias de proporción dinámica hasta constituir el todo armónico de la vida.
No fue con el número que se estructuro el alma, solo fue su esqueleto. El espíritu de las cosas con las que Dios plasmo la creación fueron los hechos organizados desde la proporción y la armonía, constituyendo “módulos de entendimiento racional” como Φ (PHI), con altísimas capacidades combinatorias.
Esto no descarta el aporte para los actos creativos iniciáticos de otras proporciones estructuralistas como π (PI) o los contenidos de Φ (PHI), como Fibonacci o el nº de oro del cual deviene la divina proporción. Esta pirámide de códigos de la armonía se agiganto en la comprensión de su funcionalidad y sus interconexiones.

No todo lo que se descubría , se comprendía. Las mas difíciles relaciones, en parte se las entendía y otra se fabulaba, sobre todo lo no asimilable a las culturas de turno, derivándose como “conocimiento inconcluso” para magias, auto ayuda y ciencias ocultas(que por algo no daban la cara ante la historia, porque a la luz de los tiempos, se fueron demostrando sus mentiras y ficciones).
Sin embargo ante tanto discurso dispersivo, nosotros nos auxiliamos en la gráfica, herramienta irrebatible para la demostración de las proporciones armónicas.

Cualquier objeto significativo del mundo de las formas representativas, es reproducible desde el mundo de la realidad: un templo, por ejemplo ,hasta decodificar la filosofía morfológica que lo diseño.
Todo es remisible a “punto- raya” o 3D.
Los misterios que se decodifican desde las formas constitutivas son innumerables.
Los únicos límites son aquellos que existían en el entorno morfológico de sus creadores y nosotros, los arquitectos, tomamos las herramientas formales que nos provee la naturaleza, o sea: el entorno “conformado”.
Pero oh! casualidad, ese marco inspirador esta pre diseñado por el Gran Arquitecto del universo, obviamente con formas emblemáticas, básicas e inter participativas, que percibimos o no, pero que estuvieron en el principio del principio….
Luego las generaciones de co-creadores las plasmaron. Unas fueron emblemáticas y significativas y estas en general perduraron en Φ (PHI).
Lo demas es puro cuento.
Como Hansel y Gretel, sigan las huellas de las miguitas de pan .

Si tienen suerte encontraran el camino de regreso. No siempre los pájaros se comen las migas. La mayoría de las veces, la ceguera, el resplandor y el deslumbramiento de la soberbia inhiben la visión del claro regreso.
Nuestro trabajo consiste en guiar, tomando de la mano si es preciso, el camino en reversa hasta el origen, relevando las pruebas del hombre, de cada lugar que el Creado aprendió del Creador a través de su código de entendimiento.
Podrían ser cientos, pero a unos pocos casos me remito:
Φ 1 : Santa Maria Novella
Φ 2 : el Oseireon.
Φ 3 : la crestería de los mayas en Palenque.
Φ 4 . la pirámide de Keops.
Φ 5 : las estelas o menhires de Quiragua
Φ 6 : la Ville a Savoie.
Φ 7: el portal de Tiwanaku.
Φ 8 : la Atlantida.
Φ 9 : las estelas de Copan.
Φ 10 : Stonehenge.

13.12.2011

1 comentario:

  1. muy buenos los dibujos, parecería que la geometría de la creación se expresa en módulos de belleza. O algo así. Casi se podría pensar en una exposisión de estos trabajos en un futuro mediato

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