jueves, 19 de enero de 2012

LA ATLANTIDA


En cada uno de los rincones de Sevilla y de su entorno, en sus pueblecitos costeros como  Baena Claudio, cercano a Tarifa, en las extensiones de las albuferas, en las visiones de la costa africana con los omnipresentes Montes Atlas, delante de todos y a pesar de todos (incluyendo el mezquino relato de Platón) el archipiélago ausente y diluido, está presente.
Deberíamos tener un “visión” próxima a la real y alejarnos mas , 9792 años A.C , cuando estalló el diluvio como consecuencia de las desglaciaciones y aún  retrotraernos más en nuestro análisis, que fue cuando media Europa estaba cubierta de hielo y nieve como consecuencia del último período glaciar.
También recordemos que los períodos frio – calor se manifiestan cada cuatro precesiones: 25.920 años o sea cada 103.680 años, tendremos un período de hielos….y por consiguiente en forma posterior, un ciclo desglaciatorio.

Imaginemos al lago Mediterráneo con 110 metros de profundidad menos que el existente y con una boca de drenaje o de conexión mínima con el Atlántico.
También pensemos que mientras transcurría el 14.000 A.C, Europa derramaba sus glaciares sobre morenas, rios, lagos y finalmente deltas que desembocaban sobre el gran lago Mediterráneo.
Los deltas afluentes fueron y son, con diferencia de la cota costera y su volumen de derrame, en sentido de las agujas del reloj: los del Ebro, del Rhone, del Po, del Danubio y el emblemático Nilo. Fueron y son los que como afluentes de envergadura nutrieron de limo y ricos minerales de arrastre por desglaciación a la “gran boca del Atlántico” que no  sería otra que el gran archipiélago de los hijos de Atlas.

Es fácil imaginarse que en la desembocadura del hoy mar Mediterráneo, cuando la boca de conexión era de cota baja (mayor cantidad de hielos, menor nivel de aguas en los mares=, la boca de conexión y alimentación era estrecha, donde uno de sus planos de embocadura lateral era el Peñón de Gibraltar, para acceder al gran archipiélago (Pelasgos), tras donde se asentaron todos  los materiales aluvionales vertidos por el lago.
Este territorio enclave de interconexión entre Eurasia y América, con toda la periferia navegable, le dio mas allá de los relatos del Timeo, la plataforma nutriente para asentar las diez tribus de los hijos de Atlas que luego del diluvio que destruiría a la ciudad Faro, generarán la diáspora de ciencia y cultura de la cual esa ciudad-estado era un bastión.

No es necesario remontarse a la “visiones” de Cayse, ni a los “fogonazos” descriptivos de Platón para darse cuenta, primero, que Egipto – Ghizé fue un anticipo colonial, pre diluviano con la Esfinge y otros asentamientos emblemáticos y fundacionales de los atlantes en sus territorios, digamos de “ultramar”.
Dentro de la diáspora obvia es inevitable la cita a la joya de Mesoamérica: los mayas.

Dicen los que saben; que en las librerías del mundo la mayor longitud por temática, se la llevan los autores sobre Egipto y sus pirámides.
Creer por eso que esta es la línea temática mas vasta, si, pero creer que son de contenido “medulares”, craso error, no.
Como método hay que leerlos a todos y rezumar no mas de un 15% de lectura valida y por contenido es un éxito.

El conocimiento es mezquino. No toda el agua viene por la misma cañería y es uno quien la filtra, resume, sintetiza, se informa y re proyecta a partir de las pocas joyas que le quedan entre los dedos.
Evidentemente a egiptología se fue por las ramas y en general los “relatores” siguieron ese camino.
Pero como todo en la vida hay excepciones.
El eje: Petrie, Gallo, Dunn es imprescindible para empezar a caminar sobre la verdad del contenido y la métrica sagrada..
Sabedor del camino y sus signos, practiqué la rosseta de las proporciones armónicas sobre todo lo egipcio y sobre todo lo que nos dejaron los historiadores de “bien”.
Tras las necesarias aclaraciones volvamos a la Atlántida, Tierra Madre.

Esta siempre fue planteada como las fantasías de una civilización acostumbrada a darle significados mitológicos a todos sus “eventos ”inexplicables desde la razón o la desesperación.
Luego vendrían nuestros más vulgares contemporáneos y ante lo de difícil razonamiento lo llamaron magia, religiones o fenómenos ovni. Todo sea para no asumir la responsabilidad del razonamiento conceptual.

Lo cierto es que sin el auxilio de los nuevos aportes para el análisis histórico a través de  ciencias como: la proto cartografía, la arqueo geografía, la arqueo climatología, el análisis de catastrofismos, la glaciología y la mareología (oceanografía), no se podría haber avanzado mas allá de Platón.

Gracias a Dios, las dos sabidurías: la de Martinez del Sobral, por Meso América, y las de Petrie – Dunn en Egipto, se hermanan a través de la métrica.
La arquitectura mexicana no deja conocimiento armónico sin revisar o explorar, (todo lo que es Phi, plano diagonal, rectángulos armónicos, rectángulos O, arqueo –astronomía-arquitectura), pertenecen a un genio analítico incluso mas respetable por constituir a un grupo investigador pequeño, que los carcamanes que “babosearon” la sabiduría métrica egipcia, a excepción de Matila Ghyka, Petrie y Dunn.

Desde estos palcos avancé, sólidos miradores , la Atlántida está al alcance de la mano.
Ambas culturas fueron su consecuencia con su mismo idioma fundamental, la métrica, la divina proporción y la clave de Dios en O, además de dar buen uso común al mundo de herramientas del mismo Padre, el genio predecesor Atlante..
Mas allá de la riqueza del suelo, consecuencia de los limos sedimentarios de la sumatoria de deltas, todos formando durante milenios por una sola boca y hasta que se produjo el Apocalipsis diluviano, el archipiélago sumaba superficie y riquezas en sus suelos y bajo de ellos.
Salvo el debido asiento, falso por ser de acumulación sedimentaria en plano inclinado, estos se vería agravado cuando ambos niveles: el del interno lago Mediterráneo, comenzó a superar a la cota exterior oceánica por desglaciación, rompiendo el dique natural de contención y arrasando consecuentemente isla por isla hacia el océano hasta hacer desaparecer todo vestigio del archipiélago.
Según el instituto de Oceanografía de Monte Carlo, los mares  han oscilado suponiendo como cota “0” a la de estos tiempos en + 110mts para arriba, máximo momento de desglaciación por ejemplo: derretimiento del casquete polar antártico y Polo norte, así como los glaciares andinos e himalayos, etc.

Se contrapone a esto los -110mts para debajo de la cota actual esto sucedería y un máximo cuatri-precesional de frio o sea una nueva época glaciar, donde medio planeta estaría cubierto de hielos, sectores que a su vez estarían determinados por la inclinación que el eje terrestre tenga en se momento y a su vez esto dependería del eje “patrón” electromagnético. Ejemplo: ver el perfil atlántico de la plataforma epicontinental del mar argentino, distancia aproximada de 200 Km de la costa que quedaría desnudos como” tierra firme”. Ver deltas de los ríos Negro y Colorado confluyendo sobre el nuevo borde atlántico como un solo delta.
Es obvio que la desembocadura del lago mediterráneo, en el paso de los Atlas a mas de ser originariamente estrecha, era de “baja cota marelógica”, promoviendo los asentamientos aluvionales mar afuera.
Todo esto en cuando a la lógica de su constitución a través de los milenios hasta que el tapón voló.

De los catastrofismos que producen la desaparición Atlante, nos ocuparemos mas adelante.
Es sumamente importante reafirmar estas secuencias:
  1. existió un asentamiento pre diluviano: la Esfinge en Ghizé, donde las marcas de erosión (viento y agua, modelaron las vetas laterales.
  2. cuando las aguas bajaron, las obras prosiguieron o recomenzaron todas sobre la falla energética paralela al Nilo, donde se asentaron todas las pirámides desde  Saakhte hasta Pepi II. Todas ellas respondiendo a un patrón métrico de emplazamiento, tomando como polo a Heliópolis.
  3.  existieron viajes transatlánticos donde las naos, según diseño similar a la ya producida Ra I y Ra II, lastrada con negros de  Gabón, sus marinos de ida, navegaron según vientos y la corriente sud ecuatorial, con dirección al Yucatán, a la bahía de San Lorenzo donde los tripulantes lastrados se convirtieron en semi dioses (macro cabezas) de La Venta..
El retorno con las riquezas americanas  como lastre, dejaban tras de si, visitas que se reiterarían mas allá de San Lorenzo, pasando por Monte Albán, Chichen Itzá, Palenque hasta que los originantes atlantes abandonaron las frecuencias de conquista y dejaron paso al crecimiento meso americano, con semilla de métrica sagrada.

Existe un factor que modifica la secuencia simplista y lineal de los relatos. Estos son los catastrofismos sistemáticamente omitidos. Esto se menciona acá pues uno de ellos determinó el fin del archipiélago Atlante.
Para ser breve, enumeremos algunos: tsunamis, terremotos, caída de meteoros, eventos que en sus casos máximos significaban la extinción del 98% de las especies vivas para ese momento, con lo cual casi se podría decir que era barajar y dar de nuevo.
Todo esto sin tener en cuenta los cambios de rotación terrestre, modificación de eje del planeta, glaciaciones periódicas, desglaciaciones, terremotos, etc.
Estas situaciones fueron las que co modelaron los asentamientos humanos en la tierra, ya sea en la Atlántida, en las colonias o en la posición dispersa y masiva actual.
Es sabido que en correspondencia con los magmas solidificados, estos indican que los campos magnéticos de la tierra pueden revertirse. Entiéndase, en todas las rocas del planeta, están marcadas las huellas de los distintos movimientos del eje terrestre con las reversiones magnéticas incluidas, de tal manera y según Patrick Geryl en el año35.712, nace la Atlántida, en el 29.808, se produce una reversión polar y desde el 21.312 se produce un giro acelerado de 72º en media hora, hasta llegar a la 2º reversión polar el año del Señor de 9.792 A.C, que es lo mismo que decir para los actuales: hace 11.808 años.

Resumen:
Referirse a un hecho existente, ya puede ser objeto de polémicas. Mucho mas, (en todos sus aspectos), puede ser referirse a algunas de las tierras “desaparecidas” que pertenecían a civilizaciones precedentes que los catastrofismos disiparon y los hombres olvidaron.
El mundo de los “pueblos olvidados” puede rebobinarse a través de una búsqueda revertida desde el mundo de la proporción arbitraria (actual) con la hoy ausencia premeditada de la armonía en casi todos los ámbitos, hasta remontarnos al origen, perfecto
La palabra, el verbo, o la luz iniciática que no es el Big Bang, da comienzo al idioma de Phi, o sea el idioma de la vida: minerales, naturaleza vegetal o especies.

Cuando hablamos de la Atlántida, estamos viviendo un hecho casi intangible, con ausencia de pruebas “pedestres”, pero con innumerables signos de paternidad intelectual sobre egipcios y mayas.
La lectura profunda de las métricas de ambos, como solo lo hicieron Shvaller de Lluvicz, Martinez del Sobral y  nosotros, bastan para que tanta afinidad con el Creador no sea casual.
Lo mas comprometedor no es que los Atlantes reafirmaran su existencia como el “eslabón perdido” de la métrica de la divina proporción.
Lo realmente “crítico” es que a su vez, estos iluminados no evolucionaron de “la nada”.
Catastrofismo va, catastrofismo viene Wegener en 1919, obviamente no estaba equivocado cuando sustenta la teoría de la tectónica de placas y la deriva de los continentes.
Vivimos en un planeta muy viejo que detenta ciclos de vida en tiempos y circunstancias remotas.
No en vano sobre la cumbres del Himalaya y de la cordillera de los Andes en Malargüe, existen fósiles de crustáceos o sea vida marina a 3.000 y 6.000 mts de altura.
El planeta es diverso en tiempo y espacio.
Por eso no hay que descartar una vida anterior, predecesora a los Atlantes que bien pudo haberse iniciado en el mundo hiperbólico antártico, precesión mas , precesión menos, donde se inspiraron los difusores del paraíso terrenal, en un comienzo de la llamada “edad de oro” donde O, 1,618 (Phi), fue el punto creativo de un eje polar magnético desfasado.
Da lo mismo que el folklorismo lo llame Mu o Lemuria, lo cierto es que nuestra Antártida, con un perfil distinto al descripto bajo los hielos, es tangible, sólida y ya relevada por nuestros mas antiguos ancestros, esperando a ser re-descubierta.

22.08.2010



LA DIASPORA .
EL VERDADERO EXODO

Sin caer en los delirios de Patrick Geryl en La profecía de Orión; “las profecías de los mayas y de los antiguos egipcios”, le caben los atenuantes de las generales de la ley; (el 15% del contenido “se salva”).
La catástrofe de la Atlántida, fue una mezcla de evento natural (desborde con tsunami) y crisis anunciada, probablemente alguna alineación planetaria, astronómica o climática que colaboró en el momento  del desborde de la represa natural, por acción de una desglaciación acelerada y repentina.

Pero como Patrick Geryl relata con evaluación pre-planificada , lo cierto que ante el advenimiento de la destrucción de la ”ciudad Faro”, por  fin y al cabo, la catástrofe llamada por la mayoría de los pueblos “el diluvio universal”.
Hagamos un poco de memoria, según Platón, Atlas se casa con Hesperis y tienen cinco parejas de gemelos (simbología “justa” para representar a los diez pueblos iguales en capacidad y virtudes), que poblarían la Atlántida y luego tras la diáspora, el planeta.
Estos “distinguidos “ pueblos que “salvarían” ¿ a la especie, serían
(1)  por el 85% de error que me asigna las generales de la ley, para aquellos que relatan para los demás.
Es obvio que a cada pueblo lo vamos a encontrar encaramado en la alturas montañosas que la geografía de la época aportaba.
Luego con el progresivo descenso de las aguas, re poblaron las tierras emergidas, siempre sobre los basamentos pre glaciares que fundaron en sus colonias.
Imaginemos que un pueblo rodeado por las aguas, era sin ninguna duda marino, mas allá de los conocimientos de navegación y cartografía, Kraquer más , serpiente marina menos, no temían al mar y cada uno de estos pueblos tenían capacidad de flota para no sucumbir ante el verdadero éxodo.
Recordemos que estos llamados pueblos del mar que dominaban el mismo, porque conocían vientos y corrientes marinas y que tenían un conocimiento ancestral, producto de su memoria colectiva sobre otros diluvios anteriores, los guiarían a tierras altas donde como referencia, fundaron sus enclaves coloniales pre diluvianos a sus pies.
Quizá este sea el caso de los celtas, tribu atlante que buscó refugio sobre el faldeo italiano de los Alpes. Desde allí, iluminaron con su cultura heredada y sus virtudes, al cruce alpino hasta la Normandía, pasado por Dordogna y la dispersión a Galicia sobre el Cantábrico y las “tierras finales” de Irlanda, Escocia, Gales y la luego invadida Bretagna sajona.
Este pueblo de los menhires, de los druidas, de las señales de Karnak en la Normandía, de la sutilmente refinada cultura celta irlandesa del libro de Kells, son también quienes dominaron los leys (caminos de energía) que tramaron en la Bretagna, lo mismo que las líneas de Ross y Hartmann, además de haber construido el monumento astronómico pre glaciar de Stonehenge e infinitos otros centros como los de Callanish en las islas Lewis en Escocia, Castleriggs Stone Circle en Keswick, o como los montículos de Old Sarum y Maiden Castle en Dorset, ambos en Inglaterra y tantos más.

Aparte de los pueblos atlantes- celtas que encontraron su Ararat en los Alpes, tenemos los casos emblemáticos de egipcios y mayas cuyas historias por ser las mas significativas y trascendentes, se cuentan por separado.
Los atípicos (atlantes vascos), van a recalar en las alturas de los Pirineos Cantábricos, a excepción de un pequeño grupo que eligen los Himalayas y hasta hoy moran en un valle de las alturas mas escarpadas de los montes , bajo el nombre de pobladores brutxos.
Los catalanes – atlantes, se refugiaron en las estribaciones al sudeste de los Pirineos sobre la cuenca mediterránea.
Fenicios semitas y armenios, recalaron en el bíblico Monte Ararat, generando la mítica leyenda de Noé y su barca para el último diluvio.
Los pueblos negros buscaron su origen anterior antes de su primera emigración y volvieron al Valle del Rift, a las montañas del macizo etiópico.
Los pueblos de origen árabe se re localizaron sobre las alturas del oeste de los montes Himalayas.
Los grupos humanos que luego conformarían a las futuras poblaciones hindúes, se recostaron sobre el faldeo sur de los Himalayas, en sus Alturas no inundables y los pueblos orientales: chinos, tibetanos, laosianos, japoneses, filipinos, mongoles, ocuparon las partes mas retiradas de las aguas en lo que hoy es la meseta del Tibet, en los altos Himalayas.

Lo cierto de esta descripción “arbitraria” es que quiere representar una posible diáspora de supervivencia del éxodo de la Atlántida ante el catastrofismo del último diluvio (que no fue el primero) y que generó el repoblamiento de las especies luego de los efectos devastadores, como consecuencia de la última glaciación.

25.08.2010






































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