jueves, 9 de febrero de 2012

CATTIGARA Y LA TALASOFOBIA



En la remota antigüedad, el manejo desde el poder de los miedos, sobre todo los especulativos sobre lo desconocido, se usaba como una forma de gobernar,  conformar dogmas o reafirmar refritos míticos.
Uno de los mas famosos, estaba referido a la mayor superficie conocida: la mar océano. Su nombre es/era : la Talasofobia o sea terror para adentrarse hacia la inmensidades marinas.
Éste era un “terror” de culto, (luego diremos porque) mientras dragones, serpientes humeantes, asi como el famoso Krack, servían para alejar de los mares a los aventureros que quisieran adentrarse en búsqueda de tesoros o tierras de conquista.
Todo, pero todo lo que precedía, tendía a la falsedad o a la mentira atemorizante, fomentando la talasofobia.
Nótese que el mecanismo fue constante y atemporal. No importa si fue antes de los fenicios o después de Tordesillas, los talibanes del conocimiento administraban el mismo a yugo de corte.

Para evitar palabrerío, voy a relatar algunos ejemplos.
La fuente de provisión secreta de metales de alto valor: oro, plata, cobre, fue América, la cordillera de los Andes, que como sabemos tiene dos aguas, “vertientes o costas” por donde los proto descubridores de America saqueaban secretamente sus riquezas.
Cattigara, en las costas de Ecuador, figuraba ya en los mapamundis de Claudio Ptolomeo 170 D.C. Hagan Uds sus cálculos de cuanto antes  a la fecha citada, hubiese sido descubierto este “fondeadero” a los pies del Chimborazo, segundo pico de América que actuaba como “faro” de referencia de los buscadores de riquezas, para aquellos que desde la última Tierra: Java, tomaban la contra corriente ecuatorial y desembocaban en esta tierra de promisión. Tanta era la provisión sistemática de riquezas que el secreto debía “consolidarse”.
Los monarcas de turno, árabes o chinos, velaban el secreto de las rutas de acceso: los mapas y los factotums de las fechorías, debían guardar las claves, (mas adelante demostraré como planos de Cosmas Indico Pleustes escondía sus rutas a través de claves secretas apoyadas en la Geometría Sagrada).
Lo cierto que los yacimientos mas allá de Cattigara, puerto de embarque, eran de tal riqueza, que la premisa era que los que iban no debían volver, para no permitir que otros reinados tuvieran el conocimiento que generara la transferencia del poder.
Como ven la historia de 1.000 años A.C es igual que ahora.

Describíamos el procedimiento del secreto mas allá de aventar la talasofobia . Este consistía en tener “marinos” de pueblos poco marineros, como los de la meseta Nepalesa que yendo como lastre no volverían (que casualidad ! que el pueblo boliviano- Aymará surge en América de la nada). Vinieron como lastre de cuantiosos viajes “auríferos y en el regreso, el lastre humano fue sustituido por el metal precioso. El capitán y sus dos ayudantes de mar eran “internados” cuando no cortadas sus lenguas y quemados sus ojos.
Ayer como hoy, el oro prevalece y domina al mundo. Solamente había que preservar como llave de acceso a las riquezas y el poder: los mapas sagrados  y las formas de decodificarlos.
No quiero quedarme con relatos de la vertiente descubridora-expoliadora del mar océano (Pacífico), por mas que las famosas naves del gran Huan Hu , capitán de la flota mas grande de juncos que navegara el Sinus Magnum (Pacífico) llamadas acertadamente las naos del tesoro, pues en simultaneidad de tiempo con las carabelas, median cinco veces mas de eslora.
La riqueza americana fue incalculable. No solo Cortéz y Pizarro, “pasaron el rastrillo”, sino que sus saqueadores precedentes dieron cuenta de ciudades como Caral, que detenta una antigüedad de 5.000 años A.C.
Fuimos el patio del fondo donde los paises pseudo civilizados esquilmaban nuestras riquezas en el mas riguroso secreto en forma cómplice y alterna.
Esta breve síntesis viene a cuento del porque de los proto cartógrafos, su poder y secretos, enumerando a los precursores de los cuales solo toqué un vertice. Ellos fueron: Eratóstenes de Cirene, Herodoto y su plano Transsahariano, Estrabón, Anaximandro y Pomponio Mela, por nombrar solo unos pocos. Los verdaderos proto cartógrafos vinieron después.
No quiero desubicar en el relato , los viajes de los “afanosos” fenicios que de los puertos africanos , de la misma manera que con “lastre negro” visitaron la Venta y San Lorenzo, pero mucho antes salieron tomando la corriente  sud ecuatorial con destino al Oeste y desembocaban casi automáticamente en el Amazonas que luego remontaban hasta Iquitos, previamente dejando testimonio en Pedra Vermellha. Lo cierto es que era el mismo oro, el mismo destino, el mismo afán, el mismo lucro, la misma búsqueda de poder, las mismas guerras, la misma muerte  que hoy , pero jamás contada. Lenguas, ojos, mapas, lastres, pero siempre mas de lo mismo, del mismo secreto.
La narración histórica tiene memoria frágil y el pecado original de ser contada en estado de vileza en vez de posesión de la verdad.
Luego vino el Tratado de Tordesillas y con la bula se blanqueó la disputa americana entre portugueses y españoles, pudiendo por lo tanto, velar secretos y robar organizadamente.

Los artífices de las herramientas de poder con que se operó para materializar los descubrimientos fueron Cosmas Indico Pleustes, Alejandro Marino, Marino de Tiro, Al Qazwini, Al Juarizmi, Claudio Ptolomeo, Martellus Germanus, Piris Reis y Paul Gallez.
Cada uno de ellos merecería un libro y no cabrían en el, pero singularizaré a tres:
Cosmas Indico Pleustes :
Porque su cartografía, inocente, naif tal vez, escondía tras un velo de Geometría Sagrada, las posiciones sugeridas de las ciudades claves.
Claudio Ptolomeo :
Porque fue el primero que explicitó a las Américas 170 años D.C, con Cattigara incluida.
Paul Gallez :
A quien tuve el honor de conocer y compartir sus conocimientos vertidos en nuestros encuentros donde me iluminaba con la existencia de “la Cola del Dragón” (Tierra del Fuego), luego toda la hidrografía atlantica de la Patagonia Argentina contada en los planos de Martelus Germanus (circa 1.400 D.C) y como broche de oro, los relatos de Cattigara mencionados en los planos de Claudio Ptolomeo, 170 D.C, o los proto asentamientos antárticos desglaciados de Piris Reis (1.500 D.C), con detalles precisos de la costa de la Tierra de la Reina Mauss, relevada según su perfil pre glaciar o sea según un dibujo de algún dia de hace 20.000 años A.C
Tras las neblinas del tiempo y tras de velos mas densos que el plomo, igual  intentaremos narrar la historia desde la verdad de los hechos mezquinamente no relatados, o por intereses tan profundos que hoy la verdad es la vergüenza de unos pocos.
22.10.2010























































































4 comentarios:

  1. releído el artículo hace pocas horas, lo comprendo más y descubro la apasionante historia de la protocartografía.

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  2. che, parece mentira, pero en el mapa del Google Earth, el lugar donde tendría que estar Cattigara, según lo que describís, está cubierta por una terrible nube.
    Como para ponerse paranoico y elaborar teorías conspirativas

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  3. tratar de daR INSTRUCCIONES PARA PODER ver las imagenes y su rtexto

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  4. Magnifico ensayo, finalmente me hago una idea clara de unos viajes narrados en un libro llamado El Libro de Mormon, viajes realizados atravez de las corrientes descritas en el ensayo, y no en barcos sino en sumergibles, que hacen que esta narración se convierta en una historia fantástica... Reciban saludos de otro interesado en el tema de humanidades antehistoricas!!

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